Economía pequeños agricultores

Proyecto conservación de suelos (MAG/ GTZ)
Aspectos económicos de los sistemas de siembra directa y labranza convencional en perqueñas fincas del Paraguay

Autores: William J. Sorrenson, Consultant GTZ
E- Mail: william.sorrenson@clear.net.nz
Cesar Duarte, DIA, MAG
Justo López Portillo, DIA/ MAG
Agosto 1998

Traducido por: Héctor Causarano

Resumen y conclusiones

(Solamente el resumen y las conclusiones son presentadas aquí).
Favor dirigirse al autor principal o al Proyecto Conservación de Suelos MAG- GTZ para obtener el informe completo.

E- Mail: gtzsuelo@quanta.com.py )

Este informe documenta los resultados de un estudio sobre los aspectos económicos de los sistemas de siembra directa, comparados con los sistemas de labranza convencional, en pequeñas fincas del Paraguay. El estudio fue conducido durante un periodo de 3 meses, de mayo a julio de 1998, y fue auspiciado por el Proyecto Desarrollo y Difusión de Sistemas de Aprovechamiento del Suelo Orientados a su Conservación (MAG/GTZ).

Actualmente se considera que la erosión y degradación del suelo en los trópicos ha alcanzado niveles catastróficos y amenaza la viabilidad de la agricultura en la mayor parte de esta región. Ante los efectos negativos de la disminución de la productividad y los ingresos, debido a la erosión y la degradación del suelo en sistemas de cultivos anuales con labranza convencional, los agricultores a lo largo de los trópicos han adoptado rápidamente la siembra directa, la que está comenzando a ser reconocida como una revolución tecnológica. La experiencia práctica en Paraguay y en otros lugares de Sudamérica, sugiere que la siembra directa en combinación con el uso de abonos verdes y la rotación de cultivos, son métodos de conservación de suelo con mayor retorno económico. Los sistemas de labranza convencional, antieconómicos e insostenibles, son transformados en sistemas económicos y sostenibles, con el potencial de generar importantes beneficios al individuo y a la sociedad.

La siembra directa fue introducida en medianas y grandes fincas mecanizadas del Paraguay en 1990. Para el año 1997 unas 480.000 ha, 51% del total del área cultivada en Paraguay, se encontraba en siembra directa. Los beneficios económicos que provienen de esta adopción espectacular de la técnica son enormes. Su magnitud fue calculada para el año 1997 en US$ 941 millones. Esta estimación incluye la disminución en pérdida de nutrientes del suelo al evitarse la erosión en áreas bajo siembra directa, además del costo ahorrado al reducir horas tractor, menor consumo de combustible y menor uso de fertilizantes.

Contrastando con el gran incremento de la siembra directa en fincas mecanizadas, la siembra directa en las fincas pequeñas apenas ha comenzado. Mientras que el número de pequeñas fincas en Paraguay alcanza alrededor de 248.000 y ocupa 1,5 millones de ha, el área de siembra directa en pequeñas fincas ha sido estimado en apenas 4.500 ha. Esta superficie incluye áreas que se dedican solo ocasionalmente a la siembra directa. La superficie que se encuentra bajo siembra directa permanente en pequeñas fincas es posiblemente menor que 2.000 ha e involucra a no más de 150 agricultores.

Se estima que 1,2 millones de personas viven en pequeñas fincas, 80% de las cuales viven en la pobreza. La pobreza rural se ha incrementado y las familias con pequeñas fincas han estado sufriendo la disminución de sus ingresos y el deterioro en los niveles de nutrición y salud. Como consecuencia, la migración hacia las ciudades ha venido aumentando. La población urbana, como un porcentaje del total de la población paraguaya, se incrementó del 37% en 1972 al 50% en 1992. La raíz del problema del éxodo hacia las ciudades, es sin duda la disminución en la productividad debido a la erosión y degradación de los suelos y la disminución en los ingresos de la finca. Es muy contradictorio e irónico que muchas familias de pequeños agricultores, que abandonan sus fincas en busca de una vida mejor, enfrentan luego condiciones peores. La mayoría termina viviendo en las ciudades o alrededor de ellas, en barrios marginales.

A pesar de la mala situación por la que atraviesan los pequeños agricultores, y el gran número que ha venido abandonando sus fincas y han migrado a áreas urbanas, los pequeños agricultores todavía realizan una gran contribución a la economía paraguaya. A pesar de que ellos ocupan solamente el 6% del área agrícola del país, todavía generan el 35% de la producción del sector. Esta es una gran contribución a la economía, ya que el sector agrícola es la columna vertebral de la economía paraguaya, generando el 26% del Producto Interno Bruto, el 90% de todas las exportaciones y empleando el 37% de la mano de obra.

Edelira y San Pedro

El informe documenta estudios detallados de casos en siete fincas de dos regiones representativas del país, donde la mayor experiencia con siembra directa se ha logrado a nivel de pequeñas fincas, Edelira y San Pedro. Las fincas estudiadas fueron seleccionadas por ser representativas de la mayoría de las pequeñas fincas y con tamaños que varían de 5 a 20 ha. En Edelira, los agricultores tenían de 5 a 6 años de experiencia con siembra directa y en San Pedro los dos agricultores tenían solamente 2 años de experiencia con siembra directa. La productividad de estas fincas antes de la adopción de siembra directa fue comparada con su productividad posterior a la adopción de la siembra directa. Dos fincas que no adoptaron siembra directa, una en cada región, fueron también analizadas con detenimiento para servir como testigos de la productividad actual de los sistemas de labranza convencional. Además, se llevaron a cabo análisis detallados de cinco fincas típicas en Paraguarí, consideradas representativas de alrededor de 367.400 ha de pequeñas fincas en suelos extremadamente degradados de la zona Central del Paraguay.

Este estudio muestra que los rendimientos de algodón, soja, tabaco y maíz, cultivos de renta importantes para pequeños agricultores, han disminuido rápidamente en sistemas no sostenibles de labranza convencional. Estos sistemas entran en un espiral de rendimientos e ingresos decrecientes e inevitablemente alcanzan un punto donde los agricultores son forzados a abandonar sus fincas.

Cuando la siembra directa y los abonos verdes son introducidos, la fertilidad del suelo y los niveles de materia orgánica se elevan rápidamente, aumentando rápida y significativamente los ingresos de la finca. En la mayoría de los casos con labranza convencional, los pequeños agricultores no usan ningún fertilizante, muy poco o nada de abono orgánico y generalmente no toman medidas de conservación de suelos. Debido a la significativa erosión del suelo, se pierden altas cantidades de nutrientes y materia orgánica. En la opinión de los agricultores que adoptan la siembra directa, los rendimientos del cultivo mejoran inmediatamente. Los datos de rendimiento del cultivo para cada finca del estudio de caso son proveídos en el informe. Estos datos ilustran claramente la tendencia de rendimientos decrecientes bajo labranza convencional y que los rendimientos se incrementan inmediatamente luego de la adopción de cultivos de abonos verdes y siembra directa. Un ejemplo de la rápida respuesta a la introducción de la siembra directa y mucuna, es la posibilidad de volver a cultivar tabaco en las dos fincas con siembra directa estudiadas en San Pedro. En el segundo año de uso de la siembra directa, el tabaco fue reintroducido en estos sistemas agrícolas. Un cultivo altamente rentable, que demanda altos niveles de fertilidad, como el tabaco, solo podía ser cultivado anteriormente durante uno o dos años posteriores a la habilitación de tierras que se encontraban bajo bosque nativo. Este es un signo de que la fertilidad del suelo se ha recuperado rápidamente.

El estudio muestra que los costos de producción de cultivos caen sustancialmente después de la adopción de la siembra directa. No sólo se ahorran los costos de la preparación del suelo, sino que los requerimientos de mano de obra disminuyen y el costo de carpidas también disminuye en la mayoría de los casos. En una de las fincas estudiadas en Edelira, la preparación del suelo para soja costó 59 US$/ha, representando el 24% del total del costo de producción. Este costo fue eliminado bajo siembra directa. En la misma finca, bajo siembra directa se logró ahorros sustanciales de 76 US$/ ha en los costos de carpidas, en comparación con labranza convencional, y el requerimiento anual de mano de obra disminuyó de 300 jornales a 239 jornales.

El estudio demuestra claramente que el comportamiento financiero del sistema de labranza convencional es pobre, y que en contraste, la siembra directa ofrece siempre un mejoramiento casi instantáneo. No solo permite que los ingresos del cultivo se eleven, sino que los costos de producción se reduzcan significativamente. El orden de magnitudes se ilustra más abajo. Se calcula que los sistemas convencionales son marginalmente económicos cuando todos los factores de producción, incluyendo la mano de obra familiar, son valorados a precio de mercado. En un distintivo contraste, los sistemas agrícolas donde la siembra directa y los abonos verdes se han introducido, mostraron una gran mejora.

Resumen de resultados de Sistemas de Cultivos para Edelira

Mientras que el estudio de caso en labranza convencional (Sr. Bruno), actualmente tiene un ingreso neto de la finca menor a U$S 600, y un retorno por jornal menor a U$S 1,50 por día, las otras tres fincas donde la siembra directa fue adoptada tienen un ingreso neto de la finca entre los U$S 3.200 y U$S 5.800 con retorno por jornal que va desde U$S 16 hasta U$S 24 por día. Este es un reflejo del mejoramiento sustancial sobre la finca que aun se encuentra con labranza convencional, donde la pobre producción se debe a la fuerte dependencia de la soja. No solo posee bajo rendimiento (promedio de 2.500 Kg/ ha) sino que el agricultor también recibe del acopiador local de soja, un precio relativamente bajo por su producción (12 % a 15 % menos de lo que paga la Cooperativa Colonias Unidas). También paga una alta tasa de interés por los créditos obtenidos del comerciante (5 % por mes = 60 % por año), lo que eleva significativamente sus costos de producción. Este agricultor está atrapado en un proverbial circulo vicioso de dependencia de su acopiador local, lo que ocurre comúnmente entre pequeños agricultores.

 

Los resultados de los que adoptan la siembra directa son igualmente impresionantes al ser comparados con la productividad anterior de estas fincas, cuando se encontraban con labranza convencional. Los incrementos en los ingresos netos de la finca han estado entre 35 % y 99 %.

 

El ingreso neto actual en la finca con labranza convencional del Sr. Agustín es de U$S 1.416, lo que es comparable con los ingresos netos de la finca (sobre la base de una hectárea) obtenido en las otras dos fincas cuando se encontraban con labranza convencional. Lo que es particularmente llamativo es como los ingresos netos de la finca y los retornos de mano de obra se han incrementado en solo dos años después de introducir la siembra directa, particularmente en la pequeña finca de 5 hectáreas.

Resumen de resultados de Sistemas de Cultivos para San Pedro

Los agricultores en Edelira y San Pedro han estado recibiendo la asistencia técnica de alto nivel que se encontraba disponible, semillas de abonos verdes, y maquinarias y equipamiento para siembra directa en forma gratuita. Todos los agricultores entrevistados reconocen la necesidad de seguir contando con asistencia técnica. Sin embargo, todos los análisis llevados a cabo en el estudio sugieren que aunque los agricultores tengan que pagar por la obtención inicial de semilla de abonos verdes y por la maquinaria y/ o equipamiento en pequeños grupos de 3 a 4 agricultores, ésta tecnología todavía será altamente rentable para ellos. El Estudio por lo tanto, muestra que la siembra directa tendrá un gran retorno económico para el Estado y es económicamente atractiva para los pequeños agricultores.

Para que un número significativo de pequeños agricultores pueda adoptar la siembra directa, se necesitará darles acceso a una asistencia técnica competente y créditos a largo plazo con tasas de interés accesibles, de manera que puedan comprar un mínimo de equipamiento y maquinaria requeridos.

Dependiendo del equipamiento y maquinarias que sean adquiridos, los costos por agricultor variarían de U$S 800 a U$S 3.000 para un grupo de tres agricultores, y de U$S 600 a U$S 2.200 para un grupo de cuatro agricultores. A la actual tasa de interés del CAH, 17,5 % anual, se necesitará un plazo de por lo menos 6 a 7 años.

Paraguarí

La zona de Paraguarí fue seleccionada como área representativa de suelos extremadamente degradados en la zona central de Paraguay. La siembra directa aún no ha llegado a los pequeños agricultores en estos suelos pobres y degradados.

El probable impacto financiero de un programa propuesto por el Proyecto MAG/ GTZ, para la restauración de la fertilidad y la introducción de la siembra directa y el cultivo de abonos verdes, fue evaluado en el estudio para una finca modelo de 5 hectáreas. Los datos en el que este modelo está basado, se han obtenido mediante un estudio detallado de cinco fincas típicas en Paraguarí e Ybycuí. El análisis del modelo de finca también incorporó los resultados de 11 parcelas piloto, que fueron instaladas en pequeñas fincas por el Proyecto de Conservación de Suelos MAG/ GTZ, en 1997. Las intervenciones propuestas para recuperar la fertilidad del suelo, envuelven la restauración de la fertilidad en 1 hectárea de terreno por un período de tres años. Los resultados son mostrados para un escenario donde el 75% de los costos de los insumos técnicos de encalado, semilla y fertilizante son subsidiados en el primer año. Tal política será necesaria para que el programa sea financieramente viable y aceptable para los pequeños agricultores. También se hace una proyección de la probable evolución financiera de la finca si la fertilidad del suelo fuera restaurada y fuese adoptada la siembra directa en el total del área cultivada, de 3,75 ha. A un típico pequeño agricultor probablemente le llevaría 9 a12 años para poder alcanzar esta etapa. Los resultados son también impresionantes como puede observarse en la tabla de abajo. El ingreso neto de la finca se estima que será elevado sustancialmente de un valor negativo de U$S 176 a un valor positivo de U$S 298, mientras que la mano de obra se reducirá levemente de 126 a 118 jornales.

Resumen de los Resultados del Modelo de Finca para Paraguarí

  Ingreso total
US$
Costo total
US$
Ingreso neto de la finca
US$
Total mano de obra
Jornales 
Actual 781 957 -176 126
Primer año 1015 14021 -388 167
Segundo año 1015 1159 -145 128
Tercer año 954 921 33 126
Futuro 1621 1323 298 118

1Este costo incluye los 150 U$S requeridos para las dos matracas y el silo de maíz.

Los resultados de Paraguarí indican que para un modelo de finca de 5 hectáreas bajo labranza convencional, el sistema es antieconómico cuando todos los factores de producción son presupuestados a precio de mercado. La razón principal de esto son los muy bajos rendimientos de cultivo obtenidos en suelos extremadamente degradados, donde el rendimiento promedio del algodón es de 800 Kg/ ha, de la mandioca 8 Ton/ ha y del maíz colorado 600 Kg/ ha. Los agricultores continúan cultivando bajo tales circunstancias, minimizando sus costos de producción. En la mayoría de los casos nunca se compran fertilizantes ni pesticidas. Ellos usan sus propias semillas y dependen de la mano de obra familiar que no tienen que pagar, aunque por supuesto, ambos tienen sus costos de oportunidad. Muchas veces, los agricultores tienen sus propios bueyes, o alquilan estos de sus vecinos, pagando por ello con parte de la producción o con su mano de obra.

El estudio también explora la posibilidad de que un típico pequeño agricultor pueda cumplir con el compromiso de los préstamos. Un típico agricultor necesitaría prestar entre 400 y 500 U$S para financiar los costos de dos matracas, un silo pequeño de 2.000 kg para maíz, así como el 25 % del costo de los insumos técnicos requeridos en el primer año, y el 100 % de aquellos requeridos en el segundo año. El estudio demuestra que esto será financieramente factible, con un préstamo de al menos 4 años de plazo. El interés fue calculado a la tasa vigente del CAH, del 17,5% y cobrado en el primer año. La deuda principal fue amortizada en cuotas anuales iguales, durante los tres años restantes. Sin embargo, será necesario incorporar cláusulas para el refinanciamiento o condonación de manera a eliminar el riesgo de una ruina financiera en el caso de posibles fracasos del cultivo, debido a circunstancias que van más allá del control del agricultor, tal como sequía severa o el ataque de plagas.

Los resultados de Paraguarí indican que la inversión en fertilizantes y abonos verdes, y la introducción de la siembra directa con abonos verdes en pequeñas fincas con suelos extremadamente degradados, en la zona central de Paraguarí, sería altamente rentable a la nación y a los pequeños agricultores.

Un programa propuesto para la restauración de la fertilidad del suelo en la zona central de Paraguay

La primera fase del programa de cuatro años, propuesto para recuperar la fertilidad de los suelos extremadamente degradados de la zona central de Paraguay, se detalla en este informe. La primera fase consiste de cuatro componentes: (1) 250 parcelas demostrativas; (2) maquinaria y equipamiento; (3) extensión; (4) asistencia técnica. Los costos de este programa han sido calculados en alrededor de US$ 1,1 millones, incluyendo los gastos de contingencia. El Gobierno de Paraguay necesitará contribuir alrededor del 60% de este costo. La contribución de la mano de obra de los agricultores se estima en un total de U$S 180.000, equivalente al 19 % de los costos del programa. Una línea de créditos para agricultores participantes, totalizaría alrededor del 21%. Si se incluye la porción de crédito de los costos del proyecto, el agricultor pagará el 40 % de los costos totales del programa. El proyecto necesitará apoyo técnico de especialistas, el cual es asumido que será proveído sin costos por la GTZ al Gobierno de Paraguay.

Durante la ejecución del Proyecto, 25 extensionistas serán bien entrenados en las técnicas de siembra directa, rotación de cultivos, desarrollo agrícola participativo y asistencia a agricultores para organizar la operación y mantenimiento de maquinaria de siembra directa a tracción manual y animal. Estos extensionistas estarán dedicados a tiempo completo para el programa y trabajarán directamente con 250 pequeños agricultores.

A través de las actividades de extensión planeadas, que incluye seminarios nacionales, simposios locales y días de campo, se harán contactos con al menos otros 2.000 pequeños agricultores. Además, será parte integral de las actividades de extensión, cursos de entrenamiento financiados a través del Programa, en el Centro de Capacitación de la DEAG en San Lorenzo. Estos cursos de capacitación son diseñados para ampliar el impacto del programa más allá de los extensionistas y de los pequeños agricultores directamente involucrados. Un adicional de 60 extensionistas y 240 líderes de pequeños agricultores recibirán capacitación sobre los principios básicos de conservación del suelo y restauración de la fertilidad en suelos extremadamente degradados, en siembra directa y cultivo de abonos verdes. Ellos serán seleccionados de otras partes de la zona central de Paraguay, donde los suelos se encuentran extremadamente degradados. Esto les daría una oportunidad para aprender de las experiencias de campo de la primera fase y para ayudarles a ubicarse en una subsecuente segunda fase con el Programa ampliado.

Apoyo Gubernamental inmediato 

Debido a que será imperativo para la adopción satisfactoria de la siembra directa y la rotación de cultivos, que los extensionistas sean competentes y bien entrenados, y que se disponga de créditos a largo plazo accesibles para pequeños agricultores, como próximo paso, el estudio aconseja enfáticamente que el Gobierno apoye inmediatamente dos programas pilotos. El primero es la primera fase del programa propuesto en este informe, para la restauración de la fertilidad del suelo en la zona central de Paraguay, resumido más arriba. El segundo es una expansión del programa de siembra directa y rotación de cultivos para pequeños agricultores en Itapúa y San Pedro, el cual se abocará a desarrollar la capacidad técnica para asegurar el servicio de extensión necesario y los créditos a largo plazo en estas regiones. Se recomienda que estos servicios sean apoyados a través de cooperativas agrícolas locales que existen en estas regiones.

Este informe ha especificado los recursos requeridos y los arreglos institucionales para la primera propuesta. Existe la necesidad de especificar estos para el segundo programa. Aunque estuvo fuera del alcance del estudio, el informe provee numerosos datos y un análisis sobre los cuales se puede formular una propuesta detallada. 

Conclusiones

  1. El estudio ha demostrado que la siembra directa y la rotación de cultivos son sostenibles y mucho más rentables para los pequeños agricultores que los sistemas no sostenibles de labranza convencional.
  2. Claramente la tecnología de siembra directa / abonos verdes / rotación de cultivos, funciona tan bien para los pequeños agricultores, como para los agricultores mecanizados, medianos y grandes. Existen enormes beneficios potenciales que se pueden obtener en lo económico, ambiental y social cuando esta tecnología sea extendida a un número importante de pequeños agricultores en el Paraguay. Sin embargo, mientras esta tecnología puede extenderse en forma relativamente fácil a los medianos y grandes agricultores, quienes poseen recursos para tener acceso fácil a ellos, será mucho más difícil extenderlos a los pequeños agricultores. Esto es porque los pequeños agricultores no tienen los recursos para acceder a ellos, especialmente la asistencia técnica y el crédito.
  3. Para que la adopción de la tecnología sea más rápida, se requiere de una importante reforma política e institucional y un considerable apoyo financiero del Gobierno. No obstante, la extensión de los beneficios sociales, económicos y ambientales que serán obtenidos con esta adopción de la tecnología, justificarán muy significativamente los recursos y esfuerzos que sean requeridos. Las familias de pequeños agricultores serán las mayores beneficiarias, un grupo meta bien merecedor de ésta asistencia. Asimismo, también seráá económico para la sociedad. No solo pararía potencialmente la migración urbana con sus pesados costos sociales, sino que los elevados costos actuales del estado de erosión del suelo serán al mismo tiempo sustancialmente reducidos.
  4. Se concluye que la siembra directa y la rotación de cultivos constituyen una revolución tecnológica para pequeños agricultores. En más de veinte años de extensa experiencia analizando los sistemas de pequeños agricultores en Sudamérica, Africa y Asia, nunca antes el primer autor de este estudio analizó tan impresionante tecnología para pequeños agricultores. En conocimiento de los autores, ninguna otra técnica agrícola ha demostrado tener tanto impacto en los ingresos de los agricultores, reducir sus costos de producción y riesgos, y al mismo tiempo ser ambientalmente sostenibles y generar ganancias netas muy considerables para la sociedad. Alcanzar estos beneficios individuales y sociales será un gran desafío que exigirá considerable esfuerzo y decidido apoyo.
  5. El informe resalta que para lograr una mayor difusión de la técnica, serán necesarios: considerable reforma política, capacidad creativa y fortalecimiento institucional. Se requerirá apoyo del Gobierno paraguayo y de las organizaciones internacionales, particularmente en dos frentes: (1) Apoyo técnico y organización de pequeños agricultores, lo cual será indispensable para la introducción y adaptación satisfactoria de la tecnología de siembra directa en pequeñas fincas, y para permitir a los pequeños agricultores que se organicen por sí mismos, de tal forma que puedan capitalizar la experiencia. Este apoyo tiene implicaciones políticas importantes, ¿Quien proveerá los servicios y los enlaces que necesitarán definirse entre la DEAG/ DIA/ Cooperativas agrícolas/ ONGs?; (2) Crédito y apoyo institucional requeridos para proveer líneas de créditos adecuadas para pequeños agricultores y para fortalecer los enlaces entre pequeños agricultores/ cooperativas agrícolas/ bancos, para hacer este trabajo.
  6. Debido a la complejidad de la situación, se requiere de un proceso en etapas. Como un paso inmediato, los dos programas piloto son altamente recomendados para probar y desarrollar los mecanismos que se necesitarán para realizar una considerable difusión de estas tecnologías a los pequeños agricultores paraguayos. Si estos programas son implementados satisfactoriamente, la plataforma estará preparada para una expansión de la siembra directa en pequeñas fincas del Paraguay. Ningún intento para expandir la siembra directa a pequeños agricultores en Paraguay debería realizarse antes que la política, la reforma institucional y otros pre- requisitos recomendados en este informe estén convenientemente en su lugar, pues conduciría indudablemente a un uso inapropiado de los escasos recursos.

Recommendaciones

En el presente informe se han realizado varias recomendaciones específicas. Las recomendaciones generales más importantes que resultan de este estudio son señaladas a continuación.

Podrían obtenerse enormes beneficios socioeconómicos y medioambientales con la recuperación de la fertilidad de suelos sumamente degradados y la substitución de los sistemas de cultivo convencional por rotaciones de cultivo y siembra directa. A diferencia de los medianos y grandes productores, que tienen la capacidad técnica y financiera para lograr muchos de estos beneficios por sí mismos, los pequeños agricultores requerirán mucha ayuda con fondos públicos para que puedan beneficiarse con estas tecnologías. Se recomienda el apoyo gubernamental en las siguientes áreas ya que ello será esencial y totalmente justificado en el terreno socioeconómico y medioambiental:

Proveer un servicio de apoyo en investigación y desarrollo en finca para permitir a los pequeños agricultores introducir exitosamente la siembra directa y cultivos de abonos verdes. Los proveedores de este servicio necesitarían ser del MAG. Para ello, el gobierno necesitaría entrenar un número pequeño de personal de la DIA y de la DEAG ya que en la actualidad no existe esta capacidad. Se necesitaría asistencia técnica para aumentar la capacidad de estas instituciones de manera a proporcionar competentemente el nivel de servicio requerido.

Apoyar un programa de extensión específico orientado a expandir las técnicas de siembra directa y rotación de cultivos en la forma más rápida y económica posible. Los entrenamientos específicos para esto serán parte del programa y necesitarán ser llevados a cabo por la DEAG. El personal de extensión a ser entrenado para proporcionar el servicio de extensión serán los empleados públicos así como los del sector privado, sobre todo aquellos empleados de las cooperativas de agricultores y ONGs. Cuando sea factible y rentable, deben ser contratados por el Gobierno los servicios de extensión del sector privado. Será ineludible que el Gobierno solvente este programa de extensión por lo menos a mediano plazo y posiblemente a largo plazo (5- 10 años). Esto es considerando que la adopción y difusión de estas tecnologías serán mucho más lentas y más compleja entre los pequeños agricultores que entre los medianos y grandes agricultores mecanizados.

Asegurar que el crédito a largo plazo se encuentre disponible para los pequeños propietarios de manera a: (a) comprar individualmente los insumos técnicos comosemillas, fertilizantes, matracas y silos de almacenamiento de grano; y (b) comprar en pequeños grupos maquinaria importada (principalmente del Brasil) de siembra directa a tracción humana o animal. En el caso de suelos sumamente degradados, habrá necesidad de una línea específica de crédito y un programa separado para financiar los insumos iniciales que se requieren para elevar los niveles de fertilidad. Para esto se necesitará préstamos de hasta 4 años. En el caso de (b), se necesitarán préstamos de 5 a 7 años. Se recomienda que el CAH, y donde fuera posible las cooperativas de agricultores sean las instituciones que administren estas líneas de crédito. Tal crédito necesitará estar sujeto al normal criterio de viabilidad económica y hacerse disponible solo para los agricultores que sean apoyados por los servicios de extensión y desarrollo de la finca. Se recomiendan cláusulas de asistencia para los reembolsos de préstamos en el caso de recuperación de la fertilidad del suelo, para cubrir el riesgo de fracasos en los cultivos.

Asegurar que líneas de crédito a corto plazo, sujetas a criterios normales de viabilidad económica, se encuentren disponibles para que los pequeños agricultores compren semillas, fertilizante y pesticidas que se necesitaran para establecer con éxito la siembra directa y los cultivos de abonos verdes.

Aunque se encuentra fuera del alcance de este estudio, se recomienda que el Gobierno examine en forma urgente y exhaustiva su política de asistencia a los pequeños agricultores, para que haya una coherencia y consistencia en las políticas de instituciones diferentes. Existe también la urgente necesidad de reestructuración de las instituciones estatales de crédito para reducir la actual dilapidación de los limitados recursos Gubernamentales, causados por el enorme costo de administrar el crédito a los agricultores.

Actualmente se hace necesario ir más allá de los aspectos puramente técnicos de la siembra directa y los cultivos de abonos verdes en los sistemas de producción pequeños. Se sabe que la siembra directa y los cultivos de abonos verdes funcionan bien bajo las condiciones de las fincas pequeñas. Ellos no solamente han sido bien aceptados por los pocos pequeños agricultores que han tenido la oportunidad de practicarlos, sino que también se conoce ahora a través de los resultados de este estudio, que son técnicas altamente rentables para los pequeños agricultores. Sin embargo, mientras exista la necesidad de continuar este trabajo técnico en las líneas recomendadas anteriormente, se debe también asegurar que los agricultores puedan tener acceso a la extensión especializada y competente así como a las semillas de abonos verdes y a la maquinaria y equipos necesarios. Hasta ahora éstos se han proporcionado sin costo a un número muy pequeño de agricultores a través de MAG- DEAG con la ayuda de la GTZ.

Se necesita poner énfasis en:

  1. Proveer fondos para el entrenamiento y funcionamiento de los servicios de extensión requeridos;
  2. Desarrollar producción sustentable de semillas de abonos verdes;
  3. Asegurar que los pequeños agricultores tengan acceso al crédito económico para comprar el equipo necesario de siembra directa y organizarse para operar y mantener este equipo.

Se recomienda que los proyectos piloto comiencen en Itapúa con la Cooperativa Colonias y en San Pedro con la Cooperativa de pequeños agricultores que allí existe. Deben formarse varios grupos de pequeños agricultores (3 a 4 por grupo) y proveerles asistencia para acceder al crédito. Estas cooperativas pueden actuar como intermediarios para preparar planes de inversión a ser presentados a los bancos (CAH y posiblemente BNF) y para administrar los reembolsos del préstamo. Se recomienda ayuda técnica a corto plazo para aumentar la capacidad de las dos cooperativas para esto.

Para el futuro inmediato, dos programas específicos son altamente recomendados:

  1. Un programa para la recuperación de la fertilidad del suelo y la introducción de la siembra directa y rotaciones de cultivo en la zona central del Paraguay, con actividades enfocadas en los Departamentos de Paraguarí, Cordillera y Caaguazú;
  2. Un programa de expansión de siembra directa y rotación de cultivos para pequeños agricultores en Itapúa y Edelira.

Estos programas inmediatos se recomiendan para evitar la fragmentación de los limitados recursos de mano de obra (ya que la capacidad institucional para implementarlos es muy limitada) y para asegurar que habrá impactos mensurables. De estos programas se obtendrán experiencia y lecciones importantes, lo que dará el cimiento adecuado para posteriormente expandir en forma rentable a otras partes del Paraguay. La capacidad institucional también será fortalecida.

Deben formar parte integral de estos programas, un número limitado de ensayos simples sobre variedades y niveles de fertilización. Esto se debe a que no se poseen datos de rendimientos de las principales variedades cultivadas a diferentes niveles de fertilización y rotaciones de cultivos que aportan nutrientes residuales de los abonos verdes, bajo las condiciones de pequeñas fincas en Paraguay. Es indispensable que estos datos sean generados lo más pronto posible para que los agricultores decidan en forma racional sobre las variedades de cultivos, nivel de fertilizante y rotaciones de cultivos/ abonos verdes que mejor satisfagan sus necesidades. Este trabajo de desarrollo, basado en investigación en fincas, debe ser parte de los esfuerzos en conservación de suelos de la DEAG, pero necesitará ser realizado en estrecha asociación con la DIA. Para que cumplan con su objetivo, es necesario que estos ensayos sean simples y fácil de interpretar. Más que en los datos estadísticos, se debera enfatizar en la aceptabilidad y participación de los agricultores en las opciones ensayadas, y en el análisis económico de los datos.