Avances

Expansión mundial de la siembra directa y avances tecnológicos

Publicado en los anales del 7° Congreso de AAPRESID:
Derpsch, R., 1999: Expansión mundial de la siembra directa y avances tecnológicos. Anales, 7° Congreso Nacional de Siembra Directa de AAPRESID, Mar del Plata, 17.- 20.8.1999, p.79- 97

Introducción

No es fácil describir la expansión de la siembra directa a nivel mundial, pues son pocos los países del mundo que tienen estadísticas anuales y detalladas sobre este tema, y en muchos países las informaciones son inexistentes. En general, las estadísticas sobre siembra directa están basadas en estimaciones salvo en pocos países como los Estados Unidos, donde se dispone de levantamientos anuales y detallados. 

Otro problema asociado con siembra directa es su definición. Las referencias consultadas no siempre consideran las mismas técnicas cuando se menciona este término. La confusión es aún mayor cuando se hace referencia a labranza conservacionista, ya que existen opiniones muy diversas sobre lo que se entiende por labranza, así como lo que significa conservacionista. 

Debemos por lo tanto estar conscientes de que los datos sobre la expansión de la siembra directa a nivel mundial podrán ser imprecisos y en relación a muchos países simplemente no se ha conseguido ninguna información. Debido a mi experiencia en Sudamérica dispongo de mejores informaciones en este continente y centraré mis comentarios sobre los avances tecnológicos en esta parte del mundo. Es interesante notar, que mientras en los Estados Unidos la siembra directa representa apenas el 44% del área bajo cultivo en labranza conservacionista, en Sudamérica la siembra directa probablemente representa más del 95% del área bajo labranza conservacionista. 

La siembra directa se define en este trabajo como la operación de siembra de los cultivos en suelos no preparados mecánicamente, en los que se abre un surco que solamente tiene el ancho y la profundidad suficiente para obtener una buena cobertura de la semilla, sin ninguna otra preparación mecánica (Phillips y Young, 1973). También me refiero aquí a siembra directa permanente y no a una siembra directa realizada ocasionalmente. Se entiende que el suelo permanece cubierto con residuos de cultivos comerciales o de abonos verdes y que la mayor parte de los residuos permanecen sin remover en la superficie del suelo después de la siembra. Siempre que se llene este requisito, herramientas surcadoras pueden ser utilizadas para quebrar camadas compactadas del suelo debajo de la profundidad de colocación de la semilla. Por este motivo, el término siembra directa es más apropiado que el término utilizado por los norteamericanos (no-tillage), sinónimo de cero labranza. Mientras apenas sean abiertos surcos estrechos en el suelo y los residuos de cultivos permanezcan en su mayoría en la superficie, no debemos ser en mi opinión, demasiado exigentes con el término "no-tillage" o cero labranza. Tenemos que entender que el carbono del suelo y los residuos de cultivos son factores clave para que la siembra directa funcione. Nos hemos concentrado demasiado, y por demasiado tiempo en no labrar el suelo en vez de concentrarnos en los residuos de cultivos como la principal técnica de manejo del suelo (Wayne Reeves, comunicación personal 1997). 

El control de la erosión continúa siendo uno de los motivos principales del porqué la siembra directa es adoptada en muchos países. Ninguna otra tecnología desarrollada hasta ahora por el hombre ha sido tan eficiente en controlar la erosión y conseguir una producción de alimentos verdaderamente sustentable, como es el caso de la siembra directa (Baker et al., 1996).

Situación general de la siembra directa en el mundo

La siembra directa viene creciendo a un ritmo acelerado a nivel mundial. Con 19,3 millones de ha. EE.UU. es el país donde la siembra directa ha alcanzado la mayor difusión en términos de área cultivada, le sigue Brasil con 12 millones, Australia con 8,6 millones, Argentina con 7,3 millones, Canadá con 4,1 millones, y Paraguay con 800.000 ha (Tabla 1). 

Tabla 1: Área total bajo siembra directa en diferentes países (hectáreas)
PaisArea bajo Siembra Directa
en ha 2007 / 2008
EE.UU.  126.593.000
Argentina 225.785.000
Brasilia 325.502.000
Australia 417.000.000
Canada 513.481.000
Paraguay 62.400.000
China 71.330.000
Kazajstán 81.300.000
Bolivia 9706.000
Uruguay 10655.000
España 11650.000
Sudáfrica 12368.000
Venezuela 13300.000
Francia 14200.000
Finnlandia15200.000
Chile16180.000
Nueva Zelanda 17162.000
Colombia18102.000
Ucrania 19100.000
Otros (Estimativa)1.000.000
Total116.921.000

Source: Derpsch, R. and Friedrich, T., 2010 
Extracted from: http://www.fao.org/ag/ca/6c.html

Información proveída por: 1) CTIC, 2007; 2) AAPRESID, 2010; 3) FEBRAPDP, 2005/06; 4) Australian Bureau of Statistics, 2009; 5) Dr. Doug McKell, Soil Conserv. Council of Canada, 2006; 6) MAG & CAPECO, 2008; 7) Li Hongwen, 2008; 8) Mekhlis Suleimenov, 2007; 9) ANAPO, Bolivia, 2007; 10) ) Miguel Carballal AUSID, 2007; 11) Emilio González-Sánchez, AEAC/SV, 2008; 12) Richard Fowler, 2008; 13) Rafael E. Perez, 2004; 14) APAD, 2008; 15) Timo Rouhianinen, FINCA, 2008; 16) Carlos Crovetto, 2008; 17) John Baker, 2008; 18) Fabio Leiva, 2008; 19) Estimate by the authors.

América Latina se pueden contar los siguientes: 

  1. Control eficiente y económico de la erosión bajo condiciones con alto potencial de erosión y degradación de los suelos.
  2. Conocimientos adecuados disponibles en la región a través de investigación y desarrollo como también a través de las experiencias de agricultores líderes.
  3. Amplia utilización de abonos verdes para la reducción de la infestación con malezas especialmente en Brasil y Paraguay (reducción en el uso de herbicidas), aumento del contenido de materia orgánica en el suelo, control biológico de plagas, etc.
  4. En general un mismo mensaje, consistente y positivo hacia la siembra directa, ha sido expresado por todos los sectores involucrados (públicos y privados) sin contradicciones.
  5. La siembra directa ha sido prácticamente la única tecnología de labranza conservacionista recomendada, en contraposición a los EE.UU., donde también se incluye la labranza mínima y reducida.
  6. Ha habido una agresiva y eficiente extensión de agricultor para agricultor a través de las asociaciones de siembra directa.
  7. Publicaciones con informaciones adecuadas, útiles y prácticas han sido producidas y colocadas en manos de agricultores y extensionistas.
  8. Evaluaciones económicas con enfoque sistémico de finca han mostrado altos retornos económicos al practicar la siembra directa. Los retornos económicos mejoran aún más con el uso de abonos verdes y rotaciones de cultivos.
  9. No han surgido fuerzas mayores contrarias al sistema.
  10. Los agricultores latinoamericanos han tenido que ser extremamente competitivos en el mercado global, ya que los subsidios han sido inexistentes.

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Dificultades y limitaciones en la adopción de la siembra directa en América del Sur y cómo han sido superadas

Máquinas adecuadas

Solamente en 1975 fueron construidas las primeras máquinas para siembra directa en Brasil, de tal forma que muchos agricultores se iniciaron en este sistema, transformando sus máquinas convencionales. Las primeras máquinas construidas en el Brasil, basadas en el azadón rotativo (Howard Rotacaster) eran lentas y los agricultores quedaron muy contentos cuando máquinas más rápidas y perfeccionadas, basadas en el triple disco aparecieron en el mercado en 1976. La importación de máquinas ha sido virtualmente imposible en el Brasil y difícil en otros países debido a los altos impuestos. La producción de máquinas especializadas comenzó mucho más tarde en otros países de América Latina como Argentina y México. Hoy en día, aproximadamente 15 industrias en Brasil y unas 30 en Argentina están construyendo máquinas de siembra directa para medianos y grandes productores.

Para agricultores mecanizados, pequeños o medianos, se recomienda que compren una máquina multiuso, adecuada para granos gruesos (soja, maíz, sorgo, girasol), con espaciamientos mayores entre líneas y al mismo tiempo adecuadas para granos finos (trigo, avena, centeno y cultivos de abonos verde en general) con espaciamientos estrechos entre líneas. La falta de consideración de este aspecto, coloca a los agricultores que no tienen capital suficiente para comprar dos máquinas, en situación difícil. Por lo general estos agricultores optan por una máquina de granos gruesos y se ven por lo tanto imposibilitados de sembrar cultivos como el trigo o los abonos verdes, dificultando la realización de rotaciones adecuadas de cultivos. Dejar el terreno en descanso en el invierno en el Sur de Brasil o Paraguay tiene como resultado una alta infestación de malezas y altos costos para eliminarlas.

Herbicidas adecuados

Los primeros años de adopción de la siembra directa en América del Sur fueron especialmente difíciles, porque los únicos herbicidas disponibles eran Paraquat y 2,4-D. El azadón salvó muchos cultivos de un fracaso en esa época. Al inicio de la década de 1980, el número de herbicidas disponibles para el sistema había crecido a tal punto, que resultaba difícil saber las propiedades de los distintos productos disponibles en el mercado. Los únicos que en esa época ofrecerían informaciones sobre las características de los diferentes productos eran las propias compañías que los producían. Esto hacía muy difícil para los agricultores identificar y encontrar los productos que necesitaban. Dos publicaciones escritas en el inicio de la década de 1980 (Rodrigues y Almeida, 1998; Lorenzi, 1994), ambas ahora en su cuarta edición, ayudaron a los productores y técnicos a disponer de más información sobre el control de malezas en siembra directa permitiendo que un mayor número de agricultores adoptara este sistema.  

La producción y disponibilidad de una mayor variedad de herbicidas más eficientes, junto con una mayor diversidad de máquinas de siembra directa más eficientes, disponibles en Brasil y Argentina, ha llevado a un crecimiento sin precedentes de la siembra directa en América del Sur.

Cambio mental 

Un cambio mental de agricultores, técnicos, extensionistas e investigadores, distanciándose de operaciones de preparación degradantes del suelo y cambiando hacia sistemas de producción agrícola sustentables como la siembra directa fue necesario para obtener cambios en actitudes de los agricultores. Mientras la cabeza permanezca convencional será muy difícil implementar una siembra directa exitosa a nivel de agricultor. Hemos aprendido, que si el agricultor no realiza un cambio mental radical en su cabeza y mente, nunca será capaz de hacer funcionar la tecnología en forma adecuada. Hemos encontrado que esto no es solamente verdadero para agricultores, sino también para técnicos, extensionistas y para investigadores. La siembra directa es tan diferente del sistema convencional y pone todo "cabeza abajo", que cualquier persona que quiera tener éxito con esta tecnología tiene que olvidar prácticamente todo lo que ha aprendido sobre labranza convencional. Al mismo tiempo uno debe estar constantemente preparado para aprender nuevos aspectos de este sistema de producción. Antes de cambiar su sembradora el agricultor deberá cambiar su mente para que el sistema funcione. 

Conocimiento

La falta de conocimientos técnicos apropiados y adecuados al sitio sobre el sistema de siembra directa ha sido probablemente la mayor limitación para la difusión del sistema en algunos países y regiones de América Latina. El mayor cambio que un agricultor tiene que enfrentar cuando se mueve del sistema convencional al sistema de siembra directa probablemente sea el control de malezas. Para estar en condiciones de manejar esta nueva situación el agricultor tiene que tener buen conocimiento especialmente sobre herbicidas, malezas y tecnología de aplicación.

Herbicidas

Para poder aplicar adecuadamente la siembra directa, se hace necesario una publicación que describa todos los productos disponibles en el mercado con todas sus características químicas y toxicológicas, cantidad de producto a ser usado por hectárea, incluyendo también un listado de las malezas que pueden ser controladas efectivamente con cada producto. Esta es una información muy necesaria sin la cual no solamente los agricultores, sino también técnicos, extensionistas e investigadores estarían imposibilitados de hacer funcionar la siembra directa. Un ejemplo de buena presentación de la información sobre herbicidas es la publicación de Rodrígues y Almeyda (1998) que ha alcanzado su cuarta edición en Brasil, en el momento de redactar este trabajo.

Malezas

Otra publicación indispensable para facilitar la aplicación práctica de la siembra directa se refiere a la identificación de malezas y recomendaciones para su control. Preferiblemente una publicación de este tipo debe describir las malezas más comunes y mostrar fotografías tanto de las plantas adultas, como de plántulas y de semillas para una fácil identificación, indicando al mismo tiempo cuales herbicidas pueden controlar eficazmente cada maleza. En el Brasil, Lorenzi publicó por primera vez un libro conteniendo estas informaciones en 1984, que ha sido reeditado cuatro veces hasta la fecha. Esta publicación ha sido una herramienta muy importante en la mano de agricultores, extensionistas e investigadores, para ejecutar en forma adecuada la siembra directa.

Tecnología de aplicación de herbicidas

El complejo cálculo de volumen de agua a ser aplicado por hectárea, presión, caudal de los picos, velocidad del tractor, capacidad del tanque y cantidad de producto a ser agregado para aplicar la dosis recomendada de un producto por unidad de área, ha sido un problema difícil de resolver, no solamente para agricultores sino para cualquier persona que trata de calibrar un pulverizador. Hemos aprendido que las informaciones deben ser bien preparadas, sencillas y fáciles de usar antes de ser presentadas a los agricultores. De no cumplirse con una presentación didáctica, sencilla y clara (lo que raramente ocurre), no se utilizarán métodos adecuados de calibración y la pulverización será defectuosa, resultando en un control deficiente de malezas, aún cuando se utilizan los mejores productos.

Sumado a esto, en América del Sur nos tomó muchos años de experimentación adaptativa, así como de rescate de informaciones sobre experiencias de agricultores, antes de aprender que muchos productos funcionan mejor con menos de 100 litros de agua por hectárea que con más y que en algunos casos podemos reducir significativamente la cantidad de herbicida a ser usado bajando el pH del agua a 3,5, que el costo y que el tiempo de aplicación puede ser grandemente reducido utilizando tanques grandes (2000 litros de capacidad, en vez de los comunes de sólo 600 litros) y bajo volumen de agua. Con el tiempo también hemos aprendido que la luz influencia la eficiencia de algunos productos significativamente y que en los trópicos los agricultores en general tienen que levantarse muy temprano para llenar los requisitos de realizar la pulverización con menos de 30°C de temperatura y más de 60% de humedad del aire. En algunas regiones y en la temporada calurosa tenemos dificultades de llenar estos requisitos a cualquier hora del día. Aunque informaciones aisladas han sido publicadas y lanzadas cada tanto tiempo, solamente fue en 1996 que una publicación más avanzada en relación a la tecnología de aplicación fue publicada en Brasil (Fundación ABC, 1996).

Suelos

Muchos suelos tropicales son ácidos o contienen aluminio tóxico. Hemos recomendado a los agricultores de aplicar la cal el año antes de entrar en el sistema de siembra directa porque es la última oportunidad de incorporarla. Sin embargo resultados más recientes de investigación nos han mostrado, que se puede aplicar la cal en superficie sin incorporar, ya que en los suelos tropicales que en general son bastante permeables y presentan altas tasas de infiltración de agua, la cal se mueve en forma natural a horizontes más profundos del suelo. En este caso se recomienda que los agricultores apliquen pequeñas cantidades de cal cada año, en vez de aplicar grandes cantidades de una sola vez.

Abonos verdes e incorporación de cal

Los conceptos sobre encalado y fertilización han cambiado bastante en América Latina después de introducir la siembra directa. La experiencia nos muestra que prácticamente tenemos que olvidar todo lo que hemos aprendido en las universidades sobre fertilización y encalado y que tenemos que familiarizarnos con los nuevos conceptos sobre el manejo de la fertilidad del suelo en este sistema. Un agricultor pionero, Nonô Pereira de Ponta Grossa, Estado de Paraná, Brasil, junto con el investigador João Carlos Moraes de Sá han desarrollado un sistema de siembra directa sobre pastura nativa, en suelos con alta saturación de aluminio, bajo pH y en general bajos niveles de fertilidad. (Los agricultores suelen pulverizar la pastura con herbicidas 3 a 4 meses antes de sembrar para asegurar un buen control de los pastos leñosos). A pesar de las características de baja fertilidad de estos suelos, al aplicar cantidades relativamente pequeñas de cal en superficie y utilizando dosis medias de fertilización, se pueden cosechar cerca de 3.000 kg/ha de soja ya en el primer año. Esto se debe probablemente al alto contenido de materia orgánica de estos suelos, que nunca han sido tocados por implementos de preparación del suelo. Experiencias similares están siendo realizadas en suelos pobres, ácidos y pastura nativa en el Paraguay. 

Encostamiento del suelo

En general la formación de costras en la superficie del suelo no es un problema en siembra directa. Debido al hecho que una cobertura de mulch evita el impacto directo de las gotas de lluvia sobre el suelo desnudo, las costras prácticamente no se forman. Hemos encontrado, que suelos con tendencias fuertes al encostramiento en el sistema convencional, no presentan problemas de costras en el sistema de siembra directa, toda vez que el suelo esté suficientemente cubierto y protegido con residuos de plantas.

Es de conocimiento general que suelos con mal drenaje no son adecuados para la siembra directa. Afortunadamente la mayoría de los suelos tropicales de América del Sur son bien drenados y en general se adecuan bien a este sistema. 

Superficie ondulada

Obviamente, una máquina de siembra directa no podrá trabajar adecuadamente si la superficie del suelo no está nivelada. En siembra convencional los agricultores muchas veces controlan las malezas mediante el cultivo mecánico. Esto tiende a dejar la superficie del suelo ondulada, siendo necesario nivelarla antes de entrar en el sistema de siembra directa. También, cuando surcos de erosión o pequeñas cárcavas están presentes, o en caso de existir superficies muy rugosas, después de la cosecha, se recomienda que los agricultores nivelen primeramente el suelo, antes de iniciar el sistema de siembra directa, para evitar problemas en la siembra y una mala germinación.

Compactación del suelo

Compactaciones inducidas por la preparación del suelo en el sistema convencional como pié de arado o pié de rastra, deberán ser eliminadas antes de iniciar la siembra directa. Un escarificador (raramente un subsolador) es en general suficiente para solucionar el problema tanto en Brasil, Paraguay como en la Argentina.

La compactación del suelo en siembra directa permanente es un tema que es discutido siempre de nuevo en Latino América. Hemos encontrado que, en general, los investigadores tienen una percepción diferente que los agricultores al encarar este problema. Como los investigadores tienen equipamientos muy sofisticados para medir eventuales compactaciones y pueden demostrar fácilmente que los suelos están más duros y compactos bajo siembra directa que bajo preparación convencional, hemos visto que muchos investigadores ven la compactación del suelo como un problema bastante serio en el sistema de siembra directa. Estamos observando que en general los investigadores en América Latina tienden a exagerar el problema de la compactación del suelo. En contraste con ellos, los agricultores miden la compactación no en términos de densidad del suelo en g/cm3 o en resistencia a la penetración, sino en término de respuesta de los cultivos, o sea en término de rendimiento. Si los rendimientos son tan buenos o mejores en siembra directa que en preparación convencional, al agricultor no le importa la compactación. Los agricultores también miden la compactación en términos de penetración en el suelo de los equipamientos de siembra. Si los suelos están demasiado duros para conseguir una buena penetración de los elementos cortantes de una sembradora, entonces el agricultor tendrá una densidad de plantas deficiente. 

Con el objetivo de evaluar la percepción de los agricultores en relación al problema de la compactación del suelo, tres agricultores pioneros de la siembra directa en Brasil fueron entrevistados en 1997 para expresar sus puntos de vista sobre este problema. Los agricultores entrevistados fueron Nonô Pereira, (22 años de siembra directa permanente), Frank Dijkstra (22 años de siembra directa permanente) y Herbert Bartz (26 años de siembra directa permanente), totalizando 70 años de experiencia. Los suelos de estos agricultores varían de arenosos con aprox. 80% de arena a arcillosos con aprox. 80% de arcilla. Los agricultores fueron unánimes en afirmar, que ellos no perciben la compactación del suelo como un problema en el sistema de siembra directa permanente (Revista Plantio Direto, 1999). Ellos también afirmaron que no existe ninguna razón para preparar el suelo de vez en cuando una vez que la siembra directa haya sido establecida. Finalmente dijeron que la mejor manera de evitar la compactación en el sistema de siembra directa es la de producir cantidades máximas de cobertura del suelo, utilizar abonos verdes y rotación de cultivos, de tal manera que las raíces y la actividad biológica, así como lombrices e insectos, etc., ejecuten el trabajo de soltar el suelo. Una buena cobertura del suelo es también esencial para mantener tenores más altos de humedad en la superficie del suelo y esto resultará en una mejor penetración de los elementos cortantes de las sembradoras.

Cobertura con residuos de cultivos (mulch)

La cobertura permanente del suelo con una camada gruesa de residuos vegetales (mulch) ha sido la clave del éxito en el sistema de siembra directa en América Latina. Los agricultores que no han entendido la importancia de una adecuada cobertura de mulch, no han aún entendido el sistema. Nuestra meta es tener por lo menos 6 o si es posible más de 10 toneladas de materia seca de residuos de cultivos comerciales y abonos verdes por hectárea cada año. Esto resulta en una buena supresión de malezas, en un efecto positivo del mulch sobre la humedad y temperatura del suelo, y en una mejoría de las cualidades químicas, físicas y biológicas del suelo. No solamente es importante la cantidad de mulch sino también la distribución. Las cosechadoras deberían tener un dispositivo bien diseñado para distribuir los restos de cosecha uniformemente en todo el ancho de corte. Pocas veces los fabricantes de cosechadoras han entendido este requerimiento de la siembra directa. El resultado es una distribución despareja de los residuos, con un exceso de material en el centro y poco o nada en los extremos. Esto resulta en un mal desempeño de los herbicidas y de las máquinas sembradoras.

Fuera de los factores limitantes mencionados los agricultores también tienen que aprender acerca de la influencia de la siembra directa sobre las cualidades químicas, físicas y biológicas del suelo, su impacto sobre el agua superficial y el medio ambiente, sobre rendimientos y sobre todo sobre la rentabilidad del sistema. Varias publicaciones con amplias informaciones sobre todos los aspectos de la siembra directa han sido publicadas en Latino América desde 1981. Ejemplo: IAPAR, 1981, Derpsch, et al., 1991, Crovetto, 1992, Panigatti et al., 1998, etc. También los anales de muchas conferencias realizadas en Argentina, Brasil, Chile y Paraguay están disponibles para una información detallada sobre el funcionamiento del sistema. En este aspecto AAPRESID en Argentina y FEBRAPDP en Brasil (las Federaciones de siembra directa de ambos países), han contribuido fuertemente en la difusión de conocimientos apropiados al sitio sobre el sistema y han ayudado grandemente en la difusión de la tecnología en toda Latino América.

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Necesidades más importantes asociadas a la utilización y adaptación de la tecnología en el futuro y limitaciones del sistema

Abonos verdes y rotaciones de cultivos

Los abonos verdes y la rotación de cultivos son elementos esenciales en la exitosa história de la expansión de la siembra directa en América Latina. Solamente aquellos agricultores que han entendido la importancia de estas prácticas están obteniendo los máximos beneficios del sistema. Abonos verdes no significan un gasto, sino significan un retorno económico a corto plazo. Cuando el sistema de siembra directa es practicado en monocultivo o también en doble cultivo, o sea cuando el mismo o los mismos cultivos son repetidos cada año en el mismo lugar, la siembra directa es un sistema imperfecto e incompleto, en el cual las enfermedades, malezas y plagas tienden a aumentar y los retornos económicos tienden a disminuir. Una investigación adaptativa en esta área es el factor más importante para hacer funcionar la siembra directa, y para sacar ventaja de todos los beneficios del sistema, reducir la infestación de malezas y aumentar los retornos económicos.!

Investigaciones realizadas en el Sur del Brasil muestran reducciones consistentes en la infestación con malezas en rotaciones de cultivos tanto en siembra directa como en la preparación convencional del suelo (Tabla 2).

Tabla 2: Número de malezas por m2 con y sin rotación de cultivos en dos sistemas de preparación del suelo en Rio Grande do Sul, Brasil (Ruedell, 1990, adaptado por Gazziero, 1998).

Infestación con malezas
Con rotacióon SD                   CSin rotación SD              C
Malezas de hojas anchas en trigo3624102167
Malezas gramíneas en trigo17304144
Malezas de hojas anchas en soja4201571

SD = Siembra Directa, C = Convencional

Los buenos agricultores que practican la siembra directa en América Latina ven a la rotación de cultivos y el uso de abonos verdes como una buena práctica agrícola, independientemente de los precios de los distintos rubros. Una vez que los agricultores descubren los beneficios de estas prácticas, ellos no quieren dejar de usarlas. Sorrenson (1984), entre otros, mostró claramente la ventaja económica de utilizar la rotación de cultivos y abonos verdes adecuados. Mientras muchas personas piensan que al utilizar abonos verdes se están sumando costos de producción sin tener retorno, los agricultores especialmente en el Brasil y Paraguay han aprendido que la rentabilidad de la siembra directa puede ser aumentada sustancialmente con su uso.  

Investigaciones realizadas por Kliewer (1998) en Paraguay mostraron, que la rotación de cultivos y la inclusión de abonos verdes de corto período (AVcp) pueden reducir el costo de herbicidas sustancialmente a US$ 36,62/ha en el caso de Crotalaria juncea (AVcp por 52 días) o a US$ 37,39/ha en el caso de girasol (AVcp por 57 días), comparado con costos de US$ 107,66 cuando solo herbicidas y el monocultivo fueron utilizados. Kliewer (no publicado) también reportó que fueron conseguidos rendimientos de soja de 2.600 kg/ha después de avena negra como abono verde, sin ninguna utilización de herbicidas antes y durante el cultivo de la soja. Mediciones de la cantidad de malezas presentes 96 días después de la siembra de la soja, mostraron 93 kg/ha de masa seca de malezas/ ha después de avena negra, comparado con 7.390 kg/ha después de descanso. En este último caso la soja no rindió más que 780 kg/ha. Utilizando una rotación donde los abonos verdes de corto y de largo período son sembrados tan luego se pueda después de la cosecha del cultivo anterior, o después de aplastar los abonos verdes con rollo cuchillo, fue posible no utilizar herbicidas en siembra directa hasta por 3 años seguidos. En algunos casos cuando los agricultores utilizan rotaciones de cultivos, es posible eliminar las malezas con un herbicida total antes de la siembra, sin ninguna necesidad de utilizar herbicidas durante el crecimiento del cultivo. Si algunas malezas escapan, entonces las pocas malezas que se desarrollan pueden ser eficientemente y económicamente controladas a mano ya que la mano de obra generalmente es barata. En regiones con desempleo rural, esta es una forma socialmente apropiada de realizar la siembra directa, que además significa ahorro de divisas en importación de productos químicos para el país.

Investigaciones realizadas en Brasil mostraron que cuando la avena negra es utilizada como abono verde antes de la soja, se pueden conseguir aumentos de rendimiento de hasta 63%, comparado con el rendimiento de soja después de trigo (Derpsch, 1991).

Un buen conocimiento sobre la producción de masa seca y la rentabilidad de los abonos verdes es indispensable antes de difundir esta tecnología y conseguir su adopción. Es importante saber cómo y donde encajarlos dentro de los sistemas de producción y de las rotaciones de cultivos y cuál es el posible efecto residual de cada abono verde sobre los diferentes cultivos comerciales. Varias publicaciones han contribuido para llenar este vacío (Sorrenson y Montoya, 1984; Monegat, 1991; Derpsch y Calegari, 1992; Calegari et al., 1992).

Lecciones aprendidas

Posibilidades de reducir los costos del uso de herbicidas en siembra directa:

Una de las más recientes y fructíferas lecciones que hemos aprendido en el sistema de siembra directa es que los agricultores, en lo posible, nunca deberían dejar el terreno en descanso (barbecho). En general los períodos de descanso de apenas algunas semanas resultarán en una proliferación de malezas, producción de semillas de las malezas, reducción de la cobertura del suelo, erosión del suelo así como lixiviación (lavado y pérdida) de nutrientes. Si en vez de dejar el terreno en descanso, los agricultores siembran cualquier cultivo inmediatamente o tan luego sea posible, después de la cosecha del cultivo anterior, se conseguirá reducir la proliferación de malezas, evitar que ellas produzcan semillas viables, aumentar la cobertura del suelo y la biomasa vegetal retornada al suelo, aumentar el contenido de materia orgánica del suelo, evitar la erosión y la lixiviación de nutrientes, mejorando al mismo tiempo las condiciones biológicas del suelo y su fertilidad. Después de iniciar una investigación más intensa y sistemática con abonos verdes a fines de la década de 1970, una variedad de cultivos han sido identificados y están ahora disponibles para su utilización por los agricultores especialmente en Brasil y Paraguay. Algunos de los abonos verdes son avena negra (Avena strigosa Schreb), centeno (Secale cereale L.), triticale (Tritico- cereale), nabo forrajero (Raphanus sativus var. Oleiferus Metzg), lupino blanco amargo (Lupinus albus L.), vicia común (Vicia sativa L.), vicia peluda (Vicia villosa Roth), chícharo (Lathyrus sativus L.), girasol (Helinthus annuus L.), etc. Los abonos verdes de verano más comunmente utilizados son el milheto (Penisetum americanum L.), el sorgo (Sorghum bicolor L.), la crotalaria (Crotalaria juncea L.), el lab-lab (Dolichos lablab L.). También algunas plantas que hasta ahora han sido consideradas malezas como la Brachiaria plantaginea, son hoy utilizadas como abonos verdes en la región de los Cerrados del Brasil Central. En la región de los Cerrados se dispone de apenas un período de cultivo que es el verano cuando caen las lluvias. En esa región los agricultores e investigadores han desarrollado sistemas de producción donde los abonos verdes son sembrados inmediatamente después de la cosecha del cultivo comercial. Si los abonos verdes mueren en la época seca esto no es un problema, en tanto hayan producido suficiente biomasa. En el Sur del Brasil y Paraguay las condiciones son tales, que algún cultivo de renta o algún abono verde puede ser sembrado en cualquier época del año si es que la humedad del suelo es adecuada.  

En Brasil y Paraguay los abonos verdes y la rotación de cultivos son la base del crecimiento sin precedentes que la tecnología viene experimentando en esos países. Ligado a la rápida difusión de los abonos verdes está el rollo cuchillo que es imprescindible para aplastarlos y manejarlos adecuadamente y a bajo costo. Este implemento no es muy caro y en muchos casos puede ser fabricado localmente o por el propio agricultor. El implemento puede ser arrastrado por tractores de tamaño mediano o hasta por animales y ha contribuido grandemente en la reducción de la cantidad de herbicidas utilizados en el sistema de siembra directa. El rollo cuchillo se ha tornado un implemento indispensable para manejar abonos verdes en muchos países de América Latina. Alternativamente barras de hierro pueden ser soldadas sobre los discos de las rastras de discos, después de sacar los raspadores y el implemento utilizado con el mismo objetivo. Algunos agricultores aplastan los abonos verdes inclusive sin transformar las rastras de discos, pero regulándolas sin ángulo de corte. También se pueden aplastar los abonos verdes utilizando cubiertas de neumáticos viejos.

Nuevos desarrollos de la tecnología

Hay gran dinámica en el sistema de siembra directa, de tal forma que los agricultores deberían estar preparados para aprender constantemente y estar al tanto de nuevos desarrollos de la tecnología. Herbicidas nuevos, más baratos y mejores así como máquinas más perfeccionadas aparecen continuamente en el mercado, nuevos abonos verdes son introducidos, nuevos resultados de la investigación sobre fertilización, encalado, variedades, manejo, control de enfermedades y plagas, etc., son constantemente producidos. Aprendimos que la siembra directa potencia el control biológico de plagas, etc. También sabemos que debemos aprender de los agricultores orgánicos e introducir aspectos de la agricultura biológica en el sistema de siembra directa. Así como nuevos conocimientos son generados cada día por los investigadores y por los propios agricultores, hemos aprendido que tenemos que mantenernos al día con estos nuevos desarrollos de la tecnología. Tenemos que ser humildes y no pensar que una vez que hemos aprendido todo sobre el sistema, nadie nos podrá enseñar nada nuevo. Hay un gran desafío para cada agricultor en ser creativo y continuar desarrollando el sistema aún más, para ahorrar tiempo y mano de obra, mejorar los rendimientos, así como la rentabilidad, etc. 

Finalmente, tenemos que admitir que en todo el mundo los agricultores adoptan tecnologías porque son rentables y porque se muestran positivas a sus bolsillos y rara vez porque son ambientalmente deseables. Por eso una evaluación económica del sistema en las diferentes regiones agroecológicas y condiciones socio-económicas es indispensable para tener mejores argumentos para la adopción. Es lógico que no se pueden analizar los resultados de solamente de uno o dos cultivos. Una evaluación económica debe estar dirigida a todo el sistema con todos sus componentes, colocando valores a la oportunidad de poder sembrar antes que en convencional, a la economía de tiempo, a la vida más larga de los tractores y menores costos de reparación, a la mejoría de las cualidades del suelo, a la reducción de los costos de fertilizantes y defensivos, así como a los beneficios ambientales del sistema, en el largo plazo tanto para los productores individuales como para la comunidad.

Estudios económicos profundos con enfoque sistémico han sido realizados por Sorrenson (1984) en Brasil y otra vez por Sorrenson (1997 y 1998) en Paraguay. La evaluación económica en 1998 en Paraguay fue realizada en pequeñas propiedades con superficies generalmente de menos de 20 hectáreas que no disponen de mecanización tractorizada. El estudio concluye, que los beneficios económicos totales que resultan de la adopción de la siembra directa en Paraguay en 480.000 ha. han sido calculados en US$ 941 millones (Sorrenson, 1998). El mismo autor afirma que "ninguna otra tecnología por él analizada ha mostrado tener un impacto tan grande sobre los ingresos de los agricultores, reducir sus costos de producción y riesgos, al mismo tiempo ser ambientalmente sostenible y generar considerables ganancias netas para la sociedad".

Pasos en la adopción de la siembra directa

Hemos observado frecuentemente que algunos agricultores luego de escuchar sobre las bondades de la siembra directa compran una máquina especializada. Esto ha llevado en muchos casos al fracaso en la aplicación de la tecnología. En general los agricultores solamente deberían comprar una sembradora para la siembra directa después de adquirir los conocimientos necesarios sobre todos los componentes del sistema.

A seguir se hace un listado de los 10 factores más críticos que deberían ser considerados antes de adoptar, recomendándose al agricultor lo siguiente:

  1. Mejore su nivel de conocimientos, principalmente en control de malezas
  2. Analice el suelo, incorpore cal y corrija eventuales deficiencias de nutrientes
  3. Evite suelos con mal drenaje
  4. Nivele el suelo
  5. Elimine compactaciones del suelo
  6. Produzca paja o cobertura muerta
  7. Compre una máquina especializada
  8. Inicie en aproximadamente 10% de la propiedad
  9. Practique la rotación de cultivos
  10. Manténgase actualizado

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Perspektivas

  • El conocimiento y la información es la principal limitación a la adopción de la siembra directa en la mayoría de los países. La información debe ser relevante, actual, apropiada al sitio, verdadera y útil si es que se pretende generar impacto entre los agricultores.
  • El primer paso antes de cambiar el sistema de producción e iniciar la siembra directa debería ser que agricultores, investigadores, técnicos y extensionistas mejoren sus conocimientos sobre todos los aspectos del sistema.
  • La superioridad del sistema de siembra directa sobre la preparación convencional ha sido en general probada bajo una gran variedad de condiciones en todo el mundo. Ahora es necesario, desarrollar y adaptar el sistema localmente y asegurarse de que la tecnología funcione bien bajo las condiciones ambientales y socio- económicas de cada lugar.
  • Necesitamos aprender cuáles suelos no son apropiados o tienen limitaciones para aplicar el sistema y cómo podemos sobreponernos a esas limitaciones.
  • También tenemos que saber que existen otras limitaciones para la adopción bajo condiciones locales (ej: máquinas, herbicidas abonos verdes adecuados, rotaciones adecuadas, conocimiento) y también estar conscientes de eventuales limitaciones socio-económicas, y encontrar formas de sobreponernos a esas limitaciones.
  • La actitud "no va a funcionar" no ayuda a resolver problemas en siembra directa! Si es que estamos conscientes sobre el hecho de que la siembra directa es el único sistema de producción agrícola verdaderamente sustentable en la agricultura extensiva de los trópicos y subtrópicos, entonces tendremos que encontrar formas de sobreponernos a los problemas y a las limitaciones.
  • No deberíamos preocuparnos por rendimientos menores en el sistema de siembra directa, mientras tengamos retornos económicos mayores.
  • El control de la erosión, la mejoría de las condiciones químicas, físicas y biológicas del suelo, los costos menores de maquinaria, la reducción en los costos de la mano de obra y horas tractor, el poder realizar los trabajos en el momento oportuno, los retornos económicos más altos y otros beneficios del sistema, deberán garantizar un crecimiento continuo de la siembra directa permanente en la mayoría de las regiones del mundo.

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Resumen

Los países con la mayor superficie bajo siembra directa son los EE.UU. con 19,7 millones de ha, el Brasil con 12 millones, Australia con 8 millones, Argentina con 8 millones, Canadá con cerca de 4,1 millones, y Paraguay con 800.000 hectáreas. Admitiendo que hay lagunas de información se estima que la siembra directa es practicada en cerca de 55 millones de hectáreas en todo el mundo. Aproximadamente 86% de esta tecnología está siendo practicada en las Américas (Norte y Sur), cerca de 16% en Australia y solamente 2% en el resto del mundo, incluyendo Europa, África y Asia. Hay un potencial muy grande para llevar esta tecnología conservacionista a estas partes del mundo, aunque factores socio-económicos limitantes tienen que ser tomados en cuenta. El desarrollo histórico del sistema de siembra directa y la aplicación exitosa del método en fincas mecanizadas en América Latina han estado estrechamente relacionados con los siguientes factores: la disponibilidad de conocimientos apropiados bajo las diferentes condiciones agro-ecológicas y socio-económicas; la disponibilidad de una variedad de herbicidas eficientes y de bajo costo; la disponibilidad de máquinas apropiadas con precios accesibles; la práctica de rotaciones de cultivo adecuadas incluyendo el uso de abonos verdes y principalmente un cambio mental de los agricultores, técnicos, extensionistas e investigadores distanciandose de operaciones degradantes de preparación del suelo, cambiando hacia un sistema de producción verdaderamente sustentable. 

La práctica de rotaciones de cultivo adecuadas incluyendo abonos verdes es probablemente el factor más importante para una difusión amplia y exitosa de la tecnología en América Latina. La experiencia ha mostrado, que los abonos verdes no solamente significan una inversión, sino producen un retorno económico sustancial y a corto plazo para el agricultor. El análisis económico de la aplicación de estas prácticas ha mostrado, que los retornos económicos de la siembra directa pueden ser sustancialmente incrementados con el uso de abonos verdes y rotación de cultivos.

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